Tipos de hosting web: entendiendo las diferencias entre servidor compartido, VPS y dedicado

Probablemente, la palabra hosting te suena de algo. Incluso, es muy posible que sepas darme una definición más o menos acertada, o nombrarme algún que otro tipo de hosting. Pero, o estás muy relacionado con el sector, o hasta aquí llegan tus conocimientos sobre lo que esconde el concepto del hosting.

Este post es ideal para aquellos curiosos que no se conforman con solo conocer la punta del iceberg, y quieren apreciar el conjunto como un todo, o lo que es lo mismo, quieren saber todo lo que hay detrás de un servicio indispensable a día de hoy. El hosting web.

Aunque antes, y por consideración a aquellos menos ductos en la materia, déjame esbozar unas breves pinceladas sobre el concepto del hosting.

¿Qué es un hosting web?

Por definición, el hosting (también conocido como alojamiento web) es un servicio que permite a los usuarios la capacidad de almacenar, gestionar y brindar acceso a contenido online. Este contenido online puede ser una página web, una aplicación, correo electrónico o archivos multimedia.

Pese a ser un servicio, el hosting se asocia siempre a un objeto físico, un servidor. Los servidores no son más que ordenadores muy potentes que están permanentemente conectados a Internet para permitir que el contenido que alojan esté siempre visible y listo para recibir visitas.

Además, es importante saber que existen varios tipos de hosting, entre los cuales podemos destacar el compartido, VPS y dedicado.

Y son estos tres tipos de hosting los que nos traen hoy aquí, ya que en este artículo, te voy a definir cada uno de ellos para que no solo los conozcas mejor, sino que también seas capaz de elegir el hosting más afín a tus proyectos.

¿Empezamos?

Hosting compartido

El hosting compartido es el tipo de hosting más básico y económico del mercado, aunque no por ello es peor que los demás.

En este tipo de hosting, tal y como su propio nombre indica, múltiples páginas web, aplicaciones, correo y demás, comparten los recursos de un mismo servidor; estando cada uno de ellos alojado en una partición del servidor.

Una partición es una división, y no tienen por qué ser equitativas entre ellas, de los diferentes recursos que ofrece un servidor. Por ende, los usuarios que contraten un plan de hosting compartido comparten la misma infraestructura de hardware: procesador, memoria RAM, espacio en disco y ancho de banda del servidor.

Aquí te dejo algunas características propias de los planes de hosting compartido.

Precio

Al compartir las prestaciones y hardware de un mismo servidor, el hosting compartido suele ser la opción más económica del mercado. Aunque ten en cuenta que los precios de este tipo de hosting se mueven en un abanico bastante amplio, todo depende de las características del plan contratado.

De hecho, puedes contratar un plan de hosting en DonDominio al mejor precio. Échale un ojo. 👀

Facilidad de uso

Por norma general, los proveedores de hosting compartido suelen ofrecer al usuario paneles de control bastante fáciles e intuitivos. En DonDominio, por ejemplo, hemos optado por la creación de un panel de gestión propio, creado para que sea muy sencillo de utilizar y que es capaz de adaptarse a las necesidades bien seas un profesional o estés creando tu primera página web.

También existen paneles «estándar», los más conocidos son cPanel o Plesk, dos buenas opciones para gestionar páginas web, bases de datos y correo electrónico sin la necesidad de tener demasiada experiencia en administración de sistemas.

Recursos compartidos

Esto no suele ser un problema. Aunque existen dos posibles problemáticas derivadas del hecho de compartir recursos.

La primera es que tu página web consuma más recursos de los que te ofrece tu plan de hosting compartido. Aquí tienes la opción de hacer un upgrade a un plan con mejores características o, en caso de que sepas como manejarlos, dar el salto a un VPS o a un servidor dedicado.

El segundo caso es más infrecuente.

Ocurre en páginas web que almacenan datos sensibles de sus usuarios, entidades bancarias u hospitales, y para enaltecer la protección de esta información, no pueden estar alojadas en servidores compartidos con otros usuarios. Así que si este es tu caso, tocará hacer gala de talonario y contratar directamente un servidor dedicado.

Escalabilidad

La escalabilidad está estrechamente relacionada con la limitación en cuanto a recursos que se ofrecen en hosting compartidos.

Por norma general, al elegir un servicio de este tipo contratamos solo aquello que necesitamos en ese momento. Y es que si mi página web funciona con X recursos, ¿Por qué pagar por más si no es necesario?

Pero esa reflexión se va al traste cuando tu web empieza a crecer y necesita más recursos y no te queda otra que ampliar el plan a otro superior.

Y a no ser que tengas un ecommerce que genere millones de visitas diarias, encontrarás la potencia necesaria en algún que otro plan de hosting compartido. Eso sí, el precio subirá un poquito.

Hosting VPS

Correspondiendo a las siglas de Virtual Private Server (servidor virtual privado), este tipo de hosting combina características del hosting compartido y del hosting dedicado.

En el entorno VPS, un servidor físico se divide en diversas máquinas virtuales, actuando cada una de estas como un servidor independiente; ofreciendo a los usuarios recursos aislados y dedicados en exclusiva a ellos.

Por tanto, cada VPS cuenta con su propia RAM, capacidad de almacenaje y un conjunto propios de recursos CPU.

Te dejo por aquí los motivos por los cuales puedes decantarte a la hora de elegir un hosting VPS para tu proyecto web.

Recursos dedicados

Al tener total acceso a tu máquina virtual, los recursos son enteramente tuyos y, si sabes manejarlos con la precisión que se requiere, podrás sacar muchísimo rédito de este tipo de hosting.

Aislamiento

Aunque per se, se concibe el aislamiento como algo negativo, en el mundillo del hosting es un aspecto muy positivo y a tener en cuenta.

Cada VPS, pese a compartir servidor físico, está aislado de las demás máquinas virtuales. Por ende, si hay picos o problemas de tráfico web en uno de los VPS, esto no afectará a los demás, lo que proporciona un mayor grado tanto de estabilidad como de seguridad.

Control, personalización y escalabilidad

Al tener acceso total a las prestaciones del servidor, puedes aumentar o disminuir los recursos disponibles a tu antojo.

Este control sobre los recursos te permite, en un mismo hosting, preparar tu página web según una previsión de visitas. Me explico.

Imagina que lazas una suuuupercamapaña de BlackFriday y esperas un aumento bestial del tráfico en tu página, con el VPS puedes asignar más recursos durante ese periodo de tiempo en concreto, evitando así que tu web se vaya al traste.

Además, puedes incluso personalizar características de tu máquina virtual, como por ejemplo, modificar la configuración del sistema operativo.

No hace falta mencionar que todas estas tareas de administración requieren de conocimientos avanzados en la materia.

Precio

Más caro que el compartido, pero más barato que el dedicado.

Esto lo convierte en una magnífica opción para proyectos que requieren muchos recursos y control, pero no gozan de una inyección de presupuesto demasiado significativa.

Servidor dedicado

También conocido como servidor dedicado, el hosting dedicado es un servicio en el que un cliente paga una cuota para poder disponer de un servidor físico en su totalidad. Nada de particiones ni máquinas virtuales. The Whole Cake.

Al no tener que compartirlos, en el entorno de un servidor dedicado, el usuario dispone de todos los recursos que ofrece un servidor: ancho de banda, CPU, RAM y almacenamiento.

¿Qué podemos destacar de los servidores dedicados?

Recursos exclusivos

Al tener el cliente un acceso total y exclusivo a los recursos del servidor, se puede garantizar un rendimiento óptimo y constante. Además, al no haber compartición de ningún tipo con otros usuarios, se eliminan por completo las interferencias y limitaciones.

Control total

Este control es aún mejor que el que se puede tener en un VPS. Podrás personalizar el sistema operativo, instalar software específico y realizar configuraciones de nivel avanzado, según lo necesites.

Seguridad reforzada

Volvemos a lo mismo, el hecho de no compartir servidor físico con ningún otro usuario, reduce el riesgo de vulnerabilidades a la vez que permite implementar medidas de seguridad específicas.

Precio

Como puedes suponer, todos los beneficios tienen un coste. Y no solo económico.

Ya que no es solo el tipo de hosting más caro, sino que también es el que requiere de unos conocimientos más avanzados para manejarlo., Así que asegúrate de que tu perfil técnico encaja con la tarea de administrar un servidor dedicado.

Conclusión

Vistos los tres tipos de hosting, es momento de extraer conclusiones.

Para iniciar cualquier proyecto, opta sin dudarlo por el hosting compartido. Pocas son las webs que se vean limitadas por estar alojadas en este tipo de hosting. Si tu proyecto va creciendo, puedes buscar un nuevo tipo de hosting en cualquier momento.