Factores a tener en cuenta a la hora de elegir un alojamiento web

Para empezar con todo lo que tenemos por delante en este post, vamos a definir qué es un alojamiento web.

En pocas palabras, un alojamiento web es un servicio en el que se proporciona el espacio necesario para almacenar y gestionar todos los elementos que permiten que una página web esté 24/7 online y lista para recibir visitas.

Este espacio se almacena en servidores, que no son otra cosa que ordenadores muy potentes que tienen cantidades ingentes de recursos como memoria y RAM que, al estar siempre encendidos y conectados a Internet, permiten que las webs alojadas en ellos estén online.

Teniendo el concepto claro, en este post me voy a centrar en comentarte que aspectos deberías tener en cuenta a la hora de elegir el alojamiento web perfecto para tu proyecto.

¿Le damos caña?

Tipo de alojamiento

Lo primero que hay que tener más o menos claro es el tipo de alojamiento web que queremos contratar, ya que, como puedes suponer, hay varios tipos y cada uno tiene características diferentes.

Alojamiento web compartido

En este tipo de alojamiento web se hacen particiones (sin necesidad de que sean equitativas) en el servidor; lo que implica que diversas páginas webs de distintos usuarios se alojen en el mismo servidor.

Esto conlleva que las distintas webs, cuentas de correo y aplicaciones; compartan los recursos del servidor en el que están alojadas. Eso sí, al contratar un plan de alojamiento web compartido, se te asignan X recursos del servidor (serán más o menos dependiendo del plan que se elija). Pero aunque se comparta la misma estructura en cuanto a hardware se refiere, cada partición es un entorno cerrado y exclusivo, por lo que otros usuarios no podrán acceder a tus archivos.

Suele ser la opción más económica y accesible en cuanto a alojamiento web se refiere. Aunque es cierto que tiende a quedarse algo corta para proyectos de gran magnitud. Pero lo compensa tanto en el precio como la cantidad de conocimientos técnicos requeridos para manejarlo.

VPS

Responde a las siglas de «virtual private server» y combina características propias del alojamiento web compartido y de los servidores dedicados (los veremos un poco más adelante).

En los VPS, se divide un servidor físico en distintas máquinas virtuales, simulando cada una de ellas un servidor independiente. Y es a esas máquinas virtuales a lo que tiene acceso cualquier persona que contrate un VPS, pudiendo gestionar la totalidad de recursos asociados a cada una de las máquinas virtuales.

Eso significa dos cosas.

La primera es que al tener acceso total a los recursos de tu VPS, puedes aumentar o disminuir recursos específicos como la memoria PHP o la RAM siempre que quieras, lo que le da una capa de personalización brutal.

La segunda, el nivel de conocimientos técnicos necesarios para manejar y sacar partido a un VPS son bastante superiores a los que necesitarías para gestionar un alojamiento compartido. Además de ser un servicio bastante más caro.

Servidor dedicado

Como su propio nombre indica, contratando un servidor dedicado tendrás un servidor enterito para ti.

Nada de particiones ni máquinas virtuales.

Esto te ofrece mucho más terreno de juego para personalizar todo lo que quieras del servidor, incluso el sistema operativo.

Eso sí, el nivel de conocimiento requerido para manejar un servidor dedicado también es más alto.

Y bueno, el precio también se dispara. Ya que, en el mundo del alojamiento web, las subidas suelen ser tirando a exponenciales.

Creo que, a modo de resumen, los tres tipos principales de alojamiento web están bastante claros. De todas formas, por aquí te dejo un post donde te explico con mucho más detalle las diferencias entre tipos de alojamiento web, por si te apetece ahondar un poco más en el tema antes de seguir con este post.

Ahora que ya hemos visto los tipos, pasemos a ver diversos factores clave a tener en cuenta a la hora de elegir un alojamiento web.

Rendimiento y velocidad

El rendimiento de un alojamiento web influye directamente en la experiencia de usuario, sobre todo al hablar de velocidad.

Esto es así porque una carga rápida de una web fomenta la retención de los visitantes de la misma. En cambio, si la web carga lenta, es como una patada en el culo para quien intenta acceder, y probablemente acabe desistiendo, perdiendo así una visita que probablemente recaiga en manos de alguien de la competencia.

A la hora de crear tu web, ten en cuenta que según que scripts, imágenes y contenido dinámico; pueden afectar negativamente a la velocidad de carga si no están correctamente optimizados.

Aparte de en el rendimiento, la velocidad de carga de una web afecta otros aspectos muy importantes de la página, como puede ser el SEO.

Ya sea en versión móvil o en escritorio, la velocidad de carga de una página web es fundamental para que los motores de búsqueda como Google, posicionen mejor o peor dicha web.

A más velocidad de carga, mejor posicionada en la SERP (página de resultados de búsqueda) estará tu web.

A continuación, te dejo una serie de recomendaciones bastante útiles que te ayudarán a evaluar el rendimiento de tu página web.

Pruebas de velocidad

Hay herramientas específicas como Google PageSpeed Insights, que sirven para evaluar la velocidad de carga de una página web, ofreciendo información detallada sobre cómo mejorar el rendimiento de la web en cuestión.

Localización de los servidores

Lo ideal es que los servidores en los que alojes tu página web estén geográficamente cerca de tu público objetivo. El hecho de que las peticiones entre navegador y servidor viajen distancias más largas, significará que la web tarde más en cargar.

Es por eso que lo ideal es que servidores y público objetivo estén razonablemente cerca (en el mismo continente, a ser posible). Aunque hay otras formas de solventar este problema si no quieres cambiar de servidor o si tu público está distribuido por todo el globo, como son servidores virtuales distribuidos globalmente, o servicios como DNS Anycast.

Soporte técnico

El alojamiento web no deja de ser un servicio y, como cualquier servicio que se preste, necesita de un buen soporte técnico.

Si un proveedor de alojamiento web no tiene un equipo de soporte técnico eficiente, se le va a caer pronto el castillo de arena.

Ya sea vía chat online, sistema de tickets o teléfono; el soporte técnico juega un papel fundamental a la hora de decantarse por uno u otro proveedor de alojamiento web.

Además, el soporte debe ser rápido y de calidad, por lo que se valora muchísimo que sean personas y no chatbots programados con respuestas genéricas.

Seguridad

La seguridad es un factor clave en cualquier ámbito, por ende, no iba a ser menos al hablar de alojamiento web. Así que vamos a pegar un repaso a aquellos aspectos relacionados con la seguridad que debes tener en cuenta para tu alojamiento web.

Firewall y protección contra malware

Lo ideal es que el proveedor del alojamiento web ofrezca un buen firewall que haga frente a las amenazas externas, así como servicios de detección y eliminación de malware, algo esencial para garantizar la integridad de la página web.

Sistemas de detección y prevención de intrusiones

También conocidos como IPS e IDS, contar con estos sistemas que se encargan de monitorizar y prevenir actividades sospechosas, ofreciendo una capa de seguridad extra, es una baza que pueden explotar los proveedores de alojamiento web para ser la opción a tener más en cuenta.

Actualizaciones de seguridad

Que el mismo proveedor de tu alojamiento web te garantice actualizaciones del software y de las aplicaciones del servidor, con el objetivo de parchear posibles vulnerabilidades; le dará muchos puntos.

Acceso seguro

Asegúrate que el proveedor de alojamiento web que elijas te proporcione tanto acceso seguro al servidor, sistema de autenticación en dos pasos (2FA) y políticas de contraseñas potentes para prevenir accesos no autorizados.

Monitoreo de seguridad en tiempo real

Es bastante crucial que se implementen sistemas de monitoreo constante para poder detectar y responder a cualquier actividad potencialmente peligrosa para el servidor.

Certificado SSL

Ya tardaban en salir a la palestra.

Y es que hablar de seguridad en cualquier cosa relacionada con una página web sin nombrar a los certificados SSL, sería algo bastante ilógico.

En líneas generales, un certificado SSL es un pequeño archivo que se instala en el alojamiento web y que proporciona una capa de encriptación entre servidor y navegador, cifrando toda la información que se transmite entre ambos. Cosa que es muy útil por si hay algún listillo intentando robar información para vete tú a saber qué.

Pero no se queda solo en la protección, ya que los certificados SSL son cruciales para el posicionamiento SEO. Si no tienes un SSL, tu web se verá relegada a las últimas posiciones de los motores de búsqueda.

Y mira tú por donde, si aún no tienes tu SSL, ¿qué tal si lo pillas en DonDominio? 😉

Copias de seguridad

No hay protección infalible en este mundo, y por muy buenas que sean las capas de seguridad que tenga tu alojamiento web, a veces pueden caer. Es en esos casos en los que es superrecomendable tener copias de seguridad almacenadas, para poder restaurar todos los archivos de tu web en caso de ser necesario.

Escalabilidad

A la hora de decantarte por uno u otro servicio de alojamiento web, es muy importante que tengas en mente un posible crecimiento a futuro.

Es bastante recomendable que escojas un plan de alojamiento web con unas características un pelín superiores a las que necesites para en caso de empezar a recibir más y más tráfico estés preparado de antemano.

Además, sería conveniente que tuvieras en mente el tipo de contenido que pretendas publicar en un futuro, ya que si estás pensando en añadir contenido más pesado como vídeos en HD, deberías tener en cuenta lo que esto supone en cuanto a recursos consumidos.

Precio y costes ocultos

Como no podía ser de otra manera, le llega el turno al rico euro.

Y si me dices que el precio de un alojamiento web no es un factor importante a la hora de decantarte entre un proveedor u otro, permíteme que me ría.

A todos nos importa el dinero, y si podemos adquirir algo más barato, tendemos a ir a por ello. Aunque hay veces que lo barato acaba saliendo caro; y no solo monetariamente hablando.

Muchos proveedores de alojamiento web abusan de ofertas gancho, mostrándote un precio muy, pero que muy atractivo; pero luego es cuando te clavan políticas de renovación abusivas y acabas pagando mucho más de lo que te creías.

Este tipo de estrategia suele funcionar bastante bien porque las personas somos vagas por naturaleza y, por el simple hecho de evitar el follón de migraciones, acabamos claudicando y pagando aquello que se nos pide.

Por eso, te recomiendo que prestes especial atención, no solo al precio público, sino a los costes ocultos que pueda haber en el servicio de alojamiento web que decidas contratar.

Conclusión

Como has visto a lo largo y ancho de este post, hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de seleccionar el mejor alojamiento web para tu proyecto.

Desde el tipo, el nivel de seguridad, hasta el precio; todos son factores cruciales que pueden hacer que te decantes por uno u otro.

Sea como fuere, si lo que estás buscando es un alojamiento web de calidad, con un soporte técnico inmejorable y unos precios de escándalo, te recomiendo que le eches un ojo a los planes de alojamiento web que ofrecemos en DonDominio, fijo que encuentras lo que estabas buscando.